Consuelo Fernández: La niña heroína de la independencia

“El amor por la patria, si es verdadero, a uno lo lleva, incluso si es necesario, a dar la vida misma por ella, porque la vida nuestra es transitoria; la de la patria debe ser eterna y tiene que ser una patria grande, hermosa, libre, desarrollada”.
Hugo Rafael Chávez Frías.

Recordamos hoy a quien con apenas 17 años de edad, dio su vida por amor a la causa emancipadora. Fue fusilada un 10 de febrero de 1814, por los realistas quienes sembraban muerte y pánico en los territorios donde se libraba la gesta contra el imperio español.

Esta adolescente venezolana, conocida como “La Niña de la Independencia”, encarnó las angustias de dolor y sangre para la República como también  las demostraciones del valor y el estoicismo de las mujeres y los hombres patriotas de la Venezuela heroica en combate a muerte contra el ejército realista comandado entre Boves, Zuazola y Morales.

Después de triunfar Boves en La Puerta, éste se acuartela en Villa de Cura en preparativo para continuar hacia el Centro contra los patriotas. Sus tropas invadían y saqueaban todo, quemaban casas, templos, escuelas y ultrajaban hogares.

 “Un arsenal de valientes” se levanta en Caracas por el General José Félix Ribas, con los cuales forma una columna y se lanza fogosamente hacia La Victoria para obstruir el paso a Boves. Un hermano de Consuelo, Manuel Fernández, se  encuentra entre los jóvenes decididos y oficiales valientes.

En Villa de Cura, ocupada por las tropas de Boves sedientas de sangre, ha quedado Consuelo acompañando a su anciano padre. Ella, al descubrir que Boves atacaría La Victoria, alerto a su hermano, quién formaba parte del ejército de José Félix Ribas, a través de una carta encomendada a un hombre, para que la haga llegar a su hermano:

El Sargento Boves que se encuentra acuartelado en Villa de Cura, se prepara a invadir La Victoria, avísale al General Ribas. Uno de los tenientes de Boves, llamado coronel Pérez, que me vio el otro día en la Iglesia, se atrevió a pedir mi mano a papá. Figúrate con que indignación no rechazamos esta proposición, pues tú sabes que entre los patriotas y los realistas hay un abismo insondable. Te bendice tu hermana Consuelo.

La carta, que era un grito de angustia, llegó a las manos del Coronel Pérez, quien ofendido por el rechazo de Consuelo a su propuesta amorosa, comenta a sus compañeros: “O me caso con Consuelo Fernández o ella será fusilada”… Impartiendo órdenes de inmediato para que Consuelo y su padre sean apresados.

Llevada a su presencia, el Coronel le da lectura a la carta interceptada; la joven patriota, viéndose perdida, en un rasgo de valor confiesa: “Mi padre es inocente de lo que yo he escrito a mi hermano. En cuanto a mí, le aseguro que prefiero mil veces la muerte antes de ser la esposa de un realista”.

Al día siguiente de esta confesión el padre de la joven es puesto en libertad y ella condenada a sufrir la última pena “por haber transmitido noticias de la guerra a su hermano”. Con gran entereza de ánimo, oye Consuelo la sentencia que le es leída en medio de redobles de tambores.

Esa trágica mañana del 10 de febrero de 1814, con el clarear del alba, Consuelo es conducida al sitio de la ejecución, mientras camina el coronel Pérez le dice ¿no quieres ser mi esposa? Si consientes en casarte conmigo te salvaré la vida.

Contestó con entereza la joven:  Apártese de mi camino. Jamás podré unirme a lo que me inspira tanto desprecio. ¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad!  Dejándose conducir al suplicio.

Repentina, y sin poder ser evitado, irrumpe el padre a la Plaza y en llanto abraza a su hija como protegiéndola. Una descarga se oye…  y caen a tierra padre e hija abrazados, cubriéndose el suelo con la sangre patriota de esta extraordinaria heroína de 17 años.

______________________________

”No haremos el futuro grande que estamos buscando si no conocemos el pasado grande que tuvimos.”

Hugo Rafael Chávez Frías.
______________________________