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Estados Unidos: un imperio racista y asesino que debe ser sancionado


El imperio norteamericano, desde su nacimiento, se ha valido de doctrinas para expandirse por todo el globo terráqueo, representado por transnacionales de la comunicación y emporios que promueven y protegen falsos valores apegados a la moral capitalista y su sistema de consumo voraz.

Este se ha valido de injurias para arrasar y expoliar pueblos al amparo de organismos serviles como la OTAN, aparato militar que ha cumplido sangrientos encargos en nombre de la libertad ficticia, promovida desde el norte; ha sustentado sus políticas económicas neoliberales con la bendición de organismos nefastos, tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Muchas de sus acciones deplorables se han evidenciado en las más rancias burguesías nacionales que se arrodillan a intereses extranjeros, sedientas de un poder que les permita mantener su hegemonía sobre los medios de producción y explotar las masas populares.

Caso Venezuela
Nosotros los venezolanos sólo tenemos como imperio rector la ley y la dignidad, que son motores de la masa popular revolucionaria para la paz y la defensa de nuestra soberanía en caso de una agresión.

En nuestro país se ha aplicado las más deshonrosa aventura golpista, por parte de sectores neofascistas, empresarios y jerarcas de la iglesia católica, quienes no comprenden el despertar popular; dueño legítimo del poder.

Precisamente, los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU) es quien propicia y financia a estos sectores.

Los EE.UU durante décadas han mantenido, al igual que en otras latitudes, un interés intervencionista en los pueblos de américa latina, causando con ello miseria, daño humanitario  y perjuicio a nuestras soberanías.

Este saqueo en nuestra américa se evidencia por una serie de acciones vilmente acometidas, de las cuales se enuncian:      
  • Promover y apoyar dictaduras que persiguieron y asesinaron miles de compañeros revolucionarios entre los años 1960 a 1980, mediante la aplicación del Plan Cóndor.
  • Apoyar y financiar los golpes de estados de Chile, Honduras, Haití, Paraguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros, estos últimos intentos fallidos gracias a la conciencia popular y revolucionaria.
  • Financiar y asesorar grupos paramilitares y gobiernos dictatoriales en Centroamérica durante tres décadas (1960-1970-1980) con el fin de frustrar las revoluciones que se gestaban de forma legítima en estos territorios.
  • Utilizar instancias como el Fondo Monetario Internacional para aplicar paquetazos neoliberales en nuestro continente, lo cual tuvo como resultado la privatización, recesión económica y la devaluación de monedas nacionales y empobrecimiento general de muchos de nuestros países.
  • Apoyar el paramilitarismo y los carteles colombianos de la droga por medio de asistencia técnica y económica, mediante la aplicación del Plan Colombia y la colocación de bases militares violatorias de la soberanía de américa latina.
  • Crear teatros de operaciones en nuestro territorio durante la cuarta república, con los cuales se torturó a numerosos luchadores durante los años de 1960 y 1970.
  • Mantener en su territorio a terroristas como Luis Posada Carriles, quien organizó una serie de atentados con explosivos en contra de hoteles cubanos, con saldo de un muerto y numerosos heridos, además de orquestar el acto terrorista al vuelo de la Aerolínea Cubana de Aviación que transportaba jóvenes deportistas cubanos.
  • Invadir a Panamá donde quedó un saldo de siete mil muertos y desaparecidos, así como pérdidas millonarias a este país.
  • Secuestro e intento de magnicidio contra el Comandante Supremo Hugo Chávez en el golpe de estado el 11 de abril del 2002.
  • Orquestación del saboteo petrolero a nuestra industria petrolera iniciado en diciembre 2002 que concluyó en los primeros meses del 2003.
  • Favorecio la desestabilización del país en el 2014 durante las guarimbas promovidas por Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y Enrique Capriles, con más de 50 muertos y 600 heridos de saldo. Y facilitó también a los sectores más extremistas de la ultraderecha la aplicación del sabotaje económico.
  • Apoyar la Guerra Hibrida contra nuestro país provocando un profundo daño psicológico, social y económico a nuestro pueblo.
  • Intentar restituir el neoliberalismo en el continente confundiendo a los pueblos a través de la manipulación mediatica y la descalificación de líderes revolucionarios.

Sobre estos hechos, hablando en nombre de todos los mártires que han resistido digna y heroicamente la feroz arremetida intervencionista en nuestra América y el mundo, podemos pronunciarnos para que se aplique una sanción al imperio norteamericano.

Somos un pueblo antiimperialista digno del amor y la entrega del Comandante Supremo Hugo Chávez; el mismo pueblo que jamás se doblegará ante ningún imperio.

Somos la autodeterminación, la independencia, el faro para América insurrecta y para el mundo.



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