LO MÁS CUMBRE DE LA CUMBRE Y LAS ELUCUBRACIONES DE LA OPOSICIÓN
Por: Jesús García
Cual
chisme de pueblo que se olvida al tercer día, quedo la denominada cumbre de las
Américas. Su fin, al parecer, no fue otro que propiciar el espacio para la
consecución del turismo conspirativo de la oposición venezolana en su necio
afán por destruir la institucionalidad del país y generar ante el mundo la
percepción de un estado fallido. Su intención es clara, propiciar la
intervención a través de la mal llamada “ayuda humanitaria” como antesala a una
inminente invasión extranjera.
Sin
embargo, la triangulación del mal -encabezada por Macri, Vizcarra y Temer- no
logró sus pretensiones de capitalizar la atención en torno al tema Venezuela,
lo que hizo que esta cumbre fuese un escenario estéril donde no hubo propuestas
y mucho menos conclusiones. Tal escenario
generó la impresión de ser una desolada sabana, donde las hienas de la
derecha no lograron sus anhelos -aún más desvalidos- sin el jefe de la manada,
Donald Trump, quien prefirió ocuparse de su negocio guerrerista antes de
atender los chismes de la tétrica derecha suramericana.
En
tal sentido es necesario no perder de vista que en el desespero por la recuperación de la hegemonía
en la región, por parte de poderes
fácticos, estos sectores se mueven de una manera distinta a los
tradicionales golpes o intentos de derrocamientos a gobiernos legítimamente
constituidos en el continente. Ahora actúan por medio una fuerza de coacción
financiera, mediática y judicial; con el
objetivo de debilitar a dichos gobiernos tratando de involucrar a sus líderes históricos en tramas de
corrupción o cualquier situación que los coloque al margen de la justicia.
No
es casual que en un primer momento al presidente Nicolás Maduro se le
pretendiera colocar en tela de juicio su nacionalidad, buscando de esta forma
conseguir su inhabilitación. El hecho de querer enjuiciar a la ex presidenta de
Argentina Cristina Fernández de Kirchner, primero por corrupción y ahora
por supuesto encubrimiento a terrorista.
A Rafael Correa le pasa lo propio en el Ecuador; y ni hablar de Dilma y Lula en
el Brasil.
No
olvidemos el antecedente que precedió esta era de persecución, como lo fue el
golpe de estado contra Manuel Celaya en Honduras. Ahora, una nueva ocurrencia
por parte de la oposición venezolana pretende reeditar el capítulo con un antejuicio
de mérito contra el presidente constitucional Nicolás Maduro, de la más
descabellada manera, valiéndose de figuras que actúan desde la escena
internacional aupados por una ilegitima asamblea en desacato, con el fin de
generar una atmosfera desestabilizadora con repercusión no solo en ciertos
sectores donde han perdido credibilidad, sino también en aquellos actores
internacionales que pretenden aún más sanciones a fin de recrudecer el sabotaje
y bloqueo financiero, intentando impedir el proceso electoral.
El
llamado es a estar alerta y seguir develando las pretensiones de los vende
patria que solo obedecen a los más ruines intereses de su amo imperial.
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