PARA GUERRA; LA VIDA POR LA PAZ
por: Vignny Ylleny Moreno Ortega
Tras
la victoria del pueblo venezolano, el 30
de julio, ha quedado en evidencia la acción injerencista del gobierno
norteamericano en los asuntos de Venezuela. Con instalación de la Asamblea
Nacional Constituyente el país ha
logrado abrir las puertas para una nueva etapa frente a las agresiones económicas que desde 1999, y
con mayor intensidad a partir de 2013, venía accionando de manera encubierta contra el pueblo de Bolívar; EE.UU. ha buscado
generar una desestabilización social en Venezuela.
El objetivo de derrocar el gobierno democrático
y constitucional del presidente Nicolás Maduro, en el marco de una guerra
híbrida y no convencional caracterizada por la presencia de componentes
psicológicos, mediáticos y económicos, ha activado mecanismos para distorsionar
los mercados y con ello generar malestar social, incidir sobre las preferencias
políticas de los venezolanos y socavar el apoyo popular a la Revolución
Bolivariana.
Ante el
asedio constante que ha vivido el país, el pueblo ha sido capaz de resistir y de
madurar en las dificultades. Hasta la fecha, los derechos
humanos y sociales se han garantizado a pesar de los bloqueos y dificultades generadas:
la pobreza extrema, medida por las necesidades básicas, se mantiene por debajo
del 5% y la general por debajo del 20%.
El Gobierno Bolivariano ha mantenido sus
políticas sociales y las Misiones Sociales, al respecto, sigue otorgando
pensiones a más de 3 millones de personas, ha entregado más de 1.700.000
viviendas, la tasa de desnutrición se ubica por debajo del 5%. Venezuela sigue
siendo el país con menor desigualdad en la Región de América Latina y mantiene
el nivel alto del índice de desarrollo humano[1].
Dentro de esta coyuntura internacional y el
escenario de medidas que el gobierno de Estados Unidos pretende, el panorama
nacional nos lleva a estar alerta y
estudiar alternativas económicas
concretas que no dependa totalmente del mercado petrolero mundial. Garantizar
acuerdos libres entre los países hermanos de la América latina a través del
Alba y el Mercosur, aumentar el
fortalecimiento de todos los sectores de producción, lograr un control estricto de la distribución.
Es tiempo de enrumbarnos a nuevos horizontes. El
pueblo venezolano cuenta con el respaldo de países como Rusia, China, Irán y el Caribe. Es importante señalar que con la
llegada de la Asamblea Nacional Constituyente los venezolanos y venezolanas
reafirmamos que somos territorio de paz que somos capaces de enfrentar los
problemas internos en nuestro país y que defendemos nuestra soberanía, tenemos
plena conciencia de nuestra autodeterminación, motivadores incasables del
dialogo y la función constante de proteger
a Venezuela en el 2017, 2018 hasta agosto del 2019. Y ante las amenazas debemos
reafirmar las palabras de nuestro presidente Nicolás Maduro “Como que Venezuela no tuviera con qué.
Afortunadamente Venezuela tiene el poder para enfrentar cualquier amenaza, para
vencerla y para continuar nuestro camino de desarrollo, para continuar nuestro
propio camino con nuestros propios pies, pensando nuestro país con nuestra
propia alma.”
Es
el momento de continuar cultivando las relaciones con los pueblos del mundo
para hacer posible el futuro nuestro y
la esperanza de vida del ser humano en el planeta.
[1] Pascualina
Curcio. Sanciones
económicas de Trump contra Venezuela: Características y estimaciones.
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