Pueblo venezolano marchó en memoria de Allende

Este martes 11 de septiembre, el pueblo venezolano marchó contra el imperialismo norteamericano y en honor al presidente chileno Salvador Allende, quien fue asesinado vilmente hace 45 años durante el golpe de Estado perpetrado por Augusto Pinochet.

“#VenezuelaSeRespeta Los Luchadores Sociales presentes en la gran marcha Antiimperialista, donde nos busquen nos encontrarán”, publicó el Frente Francisco de Miranda en su cuenta en la red social Twitter @FFM_Oficial.

Desde la marcha antiimperialista, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, llamó a los venezolanos y a los países de América Latina y el Caribe, a seguir luchando por la paz de los pueblos. "Seamos nosotros hoy el ejemplo de los pueblos que no se rinden bajo ninguna amenaza de ningún organismo internacional ni potencia del mundo", sostuvo desde la avenida Libertador de Caracas.

La hermandad entre el pueblo allendista y el pueblo chavista es profunda. Tanto el presidente Nicolás Maduro, como el Comandante Hugo Chávez, han inmortalizado en sus discursos y en sus acciones, la memoria de Salvador Allende, siendo también muy estimado por el pueblo bolivariano. 

¿Qué sucedió hace 45 años?

El 11 de septiembre de 1973 con el golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet, se inauguraba uno de los períodos más crueles y terribles de la historia chilena. Este golpe de Estado interrumpió el gobierno democrático de Salvador Allende, que había sido elegido en 1970.

Liderado por el vicealmirante de la Armada, José Toribio Merino, y el comandante de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, el golpe fue planificado para el 11 de septiembre. Los acontecimientos comenzaron a desarrollarse con rapidez, y en cuanto Allende supo de la sublevación de la Armada, no tardó en dirigirse al Palacio de La Moneda, aunque este estaba custodiado por tanques de Carabineros.

Cerca de las once de la mañana de ese día, el presidente Salvador Allende dirigió su último mensaje al país, a través de una cadena de radioemisoras simpatizantes del Gobierno. En éste señalaba su decisión de no abandonar la Casa de Gobierno y agregaba que se mantendría firme en su postura de “seguir defendiendo a Chile”.

"Pagaré con mi vida, la lealtad del pueblo" fueron parte de las últimas palabras pronunciadas por Allende, antes de ser hallado sin vida en su despacho, llevando en sus manos la metralleta que le regaló el Comandante cubano Fidel Castro, con la que defendió la palabra popular ante el bombardeo que destruyó la casa de Gobierno. 

A partir de ese momento crucial de la historia chilena, la nación suramericana vivió bajo el yugo de una cruenta dictadura cívico-militar, encabezada por Augusto Pinochet, que se extendió durante 17 años, dejando miles de detenidos desaparecidos, asesinados, torturados, exonerados y exiliados: una imborrable huella para las y los chilenos, que se ha extendido por generaciones.