La pretensión yanki
Por: Vignny Yleny Moreno
Ortega
En estos últimos tiempos
en que Venezuela está siendo amenazada y sometida a una guerra no convencional
de todo tipo, por la sola decisión que la mayoría del pueblo venezolano aprobó
la Constitución de la República Bolivariana de 1999. Desde entonces se ha
pretendido desconocer, impedir su marcha hablando de dictadura, hacen campaña
psicológica y mediática, promueven una crisis humanitaria. En principio ¿habrá
que preguntarnos por qué la desconocen? ¿Por qué subestiman la participación
del pueblo? Independientemente de las posición política de cada quien, con sus
aciertos y errores.
Podemos decir que la
desconocen porque la Constitución no tiene otra disposición que la que
fundamente y establezca el pueblo Venezolano en ejercicio del poder
democrático. El poder Popular al tomar parte de sus derechos con el tiempo
se ha hecho más organizativo. La cantidad de elecciones ha sido uno de los
referentes más significativo de participación política del pueblo quien a pesar
de las adversidades y todo tipo de ataques externo e interno se ha logrado
conformar con conciencia política para la defensa de la soberanía
nacional.
En otro aspecto político
tenemos una oposición irracional que nada aporta para el bienestar del país
solo por desconocer lo que no favorece a sus intereses y nos han puesto cara a
cara con el decadente imperio estadounidense, al mismo tiempo la Revolución
Bolivariana ha fortalecido constitucionalmente una base política
democrática.
Para la oposición, el
objetivo es sentar las bases de un poder en desacato desde el cual legitimar un
gobierno servil. Estados Unidos y los países aliados que participan de las
pretensiones golpistas dan un salto cualitativo en la estrategia. La decadente falta de apoyo interno, más allá de la
manipulación informativa y las mentiras en red, se refugian en una invasión.
La unión cívico militar no están por
seguir el ritmo de un imperio.
La política de seguridad
hemisférica de los Estados Unidos, el plan del comando Sur, Freedom II para
Venezuela se va desplegando. Un intento de asesinato del presidente con drones, el despliegue de
medios económicos y financieros en el exterior para aislar y boicotear el
gobierno legítimo. Estrangular la economía, fomentar el mercado negro, el
desabastecimiento y la violencia callejera. Se trata de proyectar la visión de
un país roto, sumido en el caos y la desesperación, al cual hay que salvar de
la dictadura.
En el nuevo orden
mundial América Latina ha sido sometida a las viejas prácticas de injerencia y
divisionismo del siglo XX de hegemonía económica sobre los países
latinoamericanos y del caribe por parte de los Estado Unidos. Hoy la injerencia
se ha desenmascarado abiertamente contra Venezuela y sus recursos energéticos
en primer lugar, se debe a la actual crisis del capitalismo en los propios
Estados Unidos. En segundo Lugar, la pérdida del poder hegemónico en la mayoría
de los países del mundo sus gastos militares cada vez más altos producto de las
guerras en los países árabes e irrespeto al derecho internacional. En tercer
lugar, las propuestas alternativas planteadas por la República Bolivariana de
Venezuela ante el Mundo en la clara decisión
de ser libre, independiente y soberana.
La propuesta de un golpe
de Estado vulnera la realidad de
Venezuela, está en juego la dignidad, la soberanía y la independencia de
América latina. Pedir una invasión de fuerzas extranjeras, militares y
gobiernos, no solo es una traición, sino que demuestra el grado de odio, rencor
hacia el pueblo venezolano, cuyo gobierno legítimo, es garantía de Paz y
estabilidad en la Región suramericana.
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