A 30 años de “el Caracazo”…
Por: Xiomara
Cabrera E.
La coronación de
CAP y el paquetazo económico del FMI
Se cumplen 30 años del llamado “el sacudón” o “el
Caracazo”, rebelión popular ocurrida los días 27 y 28 de febrero de 1989 en el
área metropolitana de Caracas y otras zonas del país, en respuesta al paquetazo
económico impuesto por el Fondo Monetario Internacional representado en la
figura del entonces presidente Carlos Andrés Pérez. A continuación se describe
como se desarrollaron los hechos que fueron las primeras voces de lucha contra
el sistema político, social y económico de la Cuarta República.
El 27 de febrero de 1989, Carlos Andrés Pérez
(CAP), asume su segunda presidencia en
una majestuosa ceremonia realizada en el Teatro Teresa Carreño, en el
imaginario popular fue conocida como “La
Coronación de CAP II”. Durante dicho acto el presidente Pérez anuncia un nuevo
modelo de desarrollo “encaminado a sincerar la economía y eliminar elementos
artificiales”. Era el anuncio de la
entrega del país a un modelo económico impuesto por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y al Banco Mundial. Un “paquete económico” que tenía
previsto ejecutar una serie de medidas que se aplicarían de manera escalonada
pero de manera inmediata. Entre las principales medidas económicas que golpearían
directamente al pueblo se encontraban: la
liberación de los precios de todos los
productos a excepción de 18 renglones de la cesta básica; incremento gradual de
las tarifas de servicios públicos (teléfono, agua, electricidad y gas doméstico); congelación de cargos en la
administración pública, creándose la figura de contratados en ministerios e
instituciones públicas; la privatización
de las empresas no estratégicas en manos del Estado. El alza del precio de la
gasolina se haría efectivo a partir del 26 de febrero, y a partir del 27 de
febrero se implementaría el incremento en un 30 por cierto de las tarifas del
transporte público urbano, con vigencia por 3 meses porque posteriormente el pasaje
podría llegar al 100 por ciento de aumento.
Luego del anuncio del “paquete económico”, el gremio de
transportistas protestó por el porcentaje de incremento de tarifas y exigió un aumento
de las mismas. La Cámara de Transporte convoca a un paro para el 27 de febrero y fija ese
día como fecha de aumento del pasaje. El
26 de febrero, en la víspera del
anunciado paro, el Ministerio de Energía y Minas, hace caso omiso a la
solicitud de los transportistas y
anuncia el alza del precio de la gasolina. Los conductores de las rutas
interurbanas Guarenas-Caracas imponen un alza de la tarifa normal, además de
desconocer el medio pasaje estudiantil.
La rebelión del
pueblo contra el paquetazo de CAP
Estos dos hechos, el aumento del precio de la gasolina
y del pasaje Guarenas-Caracas, fueron las chispas que hicieron que el pueblo saliera
de manera espontánea a protestar a las
calles, con indignación y violencia contra el “paquete económico” de CAP. Luego
del anuncio de aumento de gasolina, estudiantes y líderes sociales protestan en
las cercanías de la Plaza Las Tres Gracias de la Universidad Central de
Venezuela, siendo cruelmente reprimidos por las fuerzas policiales del gobierno.
Por el aumento arbitrario del pasaje y
al desconocimiento del pasaje estudiantil, el 27 de febrero estallan de manera
espontánea las protestas de los usuarios de la ruta del transporte
Guarenas-Caracas, llegando a violentos enfrentamientos con la Policía
Metropolitana (PM) de la zona. La violencia se fue incrementando y salió gente
del pueblo, de sectores medios y populares, no solo a agredir las unidades de
transporte, sino enardecidos se lanzaron al saqueo y destrucción, de locales comerciales,
desde pequeños abastos hasta grandes automercados, en donde la mayoría de los
depósitos habían productos acaparados de la cesta básica que no se encontraban
a la venta (leche, azúcar, café, harina, aceite, sardinas, entre otros). Esta
chispa iniciada en Guarenas se propagó de forma inmediata como un gran incendio hacia diversos sectores del área
metropolitana de Caracas (Petare, El Valle, Caricuao, Catia, Nuevo Circo, La Hoyada), en la Guaira, estado Vargas y en ciudades del interior del país (Maracay,
Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Guayana).
En la madrugada del 28 de febrero, el presidente Carlos
Andrés Pérez convoca al Consejo de Ministros y decide ejecutar el “plan Ávila”,
a través del cual ordena directamente a la Guardia Nacional y al Ejército a aplastar
cualquier protesta con el uso de las armas de fuego. En horas de la tarde CAP
anuncia en cadena nacional de radio y televisión el Decreto N°49 que estableció
el toque de queda y suspensión de las garantías constitucionales en todo el
territorio nacional. En dicho decreto ordenó la suspensión de la libertad
individual (artículo 60, 1, 2, 6 y 10); individualidad del domicilio (art. 62);
libertad de tránsito (art. 64); libertad de expresión (art.66); derecho a
reunión (art.71) y derecho a la manifestación pacífica (art.115) de la
Constitución de Venezuela vigente para la fecha. Las garantías fueron
restituidas el 25 de marzo de 1989.
Durante todo ese tiempo de suspensión se cometieron
numerosos asesinatos y violación de los derechos humanos. Aumentó la agresión
hacia el pueblo que había salido a la calle a manifestar su descontento por el
“paquete económico”. La Guardia Nacional y el Ejército, junto con la PM, PTJ
y DISIP incrementaron la represión y el
ajusticiamiento en los barrios pobres de
Petare, La Pastora, El Valle, 23 de Enero, La Vega, entre otras zonas populares
del área metropolitana de Caracas. Estas acciones dejaron un saldo de muertes
incalculables, algunos estiman que fueron 2 mil las personas asesinadas y
millonarias las pérdidas materiales, aunque las fuentes oficiales afirman que
fueron 300 muertos caídos en esa rebelión popular. Fue ese momento de confusión
y anarquía que aprovechó el gobierno de turno
para hacer una limpieza social, asesinando a indigentes y dirigentes
sociales, fue el momento más triste y vergonzoso de la historia de las Fuerzas
Armadas en que el Ejército le disparó a su propio pueblo.
El inicio de la
caída del imperio de CAP II
Durante las semanas y meses posteriores a “el sacudón”
o “el Caracazo” continuaron numerosas manifestaciones en contra del gobierno de
CAP. Sin embargo, el gobierno ratificó
la aplicación del “paquete económico” CAP-FMI. Estas medidas empeoraron la
situación del país; en 1990, hubo cientos de protestas y manifestaciones. En 1991, fueron suspendidas
por varias semanas las clases de educación básica y diversificada por las
numerosas manifestaciones estudiantiles, donde murieron asesinados varios
estudiantes.
En el marco de un profundo descontento popular y un
clima de ingobernalidad, se produce la rebelión cívico militar del 4 de febrero
de 1992, liderado por el Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, movimiento
revolucionario que fracasa y es
controlado por las fuerzas leales al presidente CAP. Durante la captura de
Chávez, él asume la responsabilidad de la rebelión, junto con un grupo de
militares. Los seguidores del entonces presidente le exigen a Hugo Chávez que
se debe rendir frente a los medios de comunicación, cometiendo así un gran
error estratégico. Chávez no desestimo la oportunidad y se dirigió al país para
manifestar que “los objetivos de liberar a las mayorías no habían sido
alcanzados”, con el célebre, significativo y esperanzador “Por ahora”, frase que se convirtió en la
fuerza de un heroico pueblo que actualmente continúa construyendo su sueño
revolucionario, protegiendo el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez, de
mano del Presidente Nicolás Maduro.
La actual unión cívico-militar de la revolución
bolivariana
A la llegada a la presidencia, Hugo Chávez planteo la
necesidad y obligación que tiene las Fuerzas Armadas de la nación de estar al lado
del pueblo, y que jamás se repetiría lo ocurrido durante el sacudón del 27 y 28
de febrero de 1989, donde el ejército arremetió contra su propio pueblo.
Actualmente en Venezuela existe una estrecha unión cívica-militar entre Fuerza
Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el pueblo organizado en las Milicias
Bolivarianas (MB), conformada por civiles y ex-militares para servir como un
complemento a la FANB, desde su creación por decreto firmado bajo ley
habilitante por el presidente Chávez en el año 2007.
En la actual Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB),
se ha fortalecido la organización y la consolidación de la unión cívico-militar
en cada rincón del país, en cada comunidad, parroquia, municipio y estado. Lo afirma Padrino López “es la nueva doctrina
bolivariana que se agiganta todos los días y se expande y se explaya en todo el
territorio nacional”, como el “centro de gravedad de la doctrina bolivariana
que el comandante Hugo Chávez dejó como legado para la Patria.” En los tres
últimos años se ha avanzado, “es la construcción de la nueva Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, es la construcción del nuevo concepto estratégico militar para
defensa integral de la Nación.” Es la FANB trabajando con y para el pueblo
venezolano en defensa de la Patria.
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