Juventud… ¡Fuerza transformadora de la Patria!
Con
el coraje que inspira la defensa de la patria, un puñado de jóvenes inexpertos en
el uso del fusil marcha a la ciudad de La Victoria, con ellos, escasos soldados
regulares. Un contingente de 1.500 efectivos.
Van
a enfrentarse a una tropa del imperio español de diestros combatientes…
Por
escasez de soldados de línea, estos jóvenes fueron reclutados por el general
José Félix Ribas de colegios y seminarios caraqueños, de la Universidad de
Caracas, incluso 85 del seminario de Santa Rosa de Lima. Enrolados en su
patriotismo, llegan dos días antes de la confrontación, poco tiempo para
prepararse y sin embargo el general Ribas con escaso tiempo atiende la
instrucción y organización de esos jóvenes sin ninguna formación militar.
Ribas
logra organizar no más de siete batallones, un escuadrón de dragones y cinco
piezas de campaña; no rebasa en su conjunto 1.500 plazas. Este contingente
improvisado republicano era superado por un ejército realista con más 2.500
soldados con componentes de jinetes e infantes y en su armamento,
para colmo, contaban con cañones.
¿Qué
motivaba a estos jóvenes inexpertos militarmente enfrentarse en una encarnizada
lucha contra un ejército que les redoblaba con exceso en número y que eran
arteros militares?
Pues,
su motivación era defender una causa justa, luchar por el suelo que les vio
nacer. Esto se traduce en amor por la patria; esa es una excelsa motivación.
Esa
fuerza e ímpetu que caracteriza a la juventud, fue la que comandó el general
Ribas el 12 de febrero de 1814, no sin antes de comenzar la refriega, a
temprana hora con el despunte del sol, y quizás consciente que era imposible
que ganaran, con encendido patriotismo a los adolescentes que lo acompañaban arenga:
¡Soldados! Lo que tanto hemos deseado
se realizará hoy: he aquí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a
combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis
del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras
esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta
jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir:
¡necesario es vencer! ¡Viva la República!
Esclarecido
el día en Nuestra Señora de La Victoria, mejor conocida como La Victoria,
población que hoy queda en el estado Aragua, casi a punto de 8 de la mañana
comienza la desigual batalla cuando el realista Francisco Tomás Morales,
enviado por el comandante Boves para tomar la estratégica ciudad, irrumpe con su tropa por la vía principal –el
camino de San Mateo- mientras que otras tropas atacarían por la zona norte y la
zona sur de la ciudad.
Los
patriotas hacen una tenaz e impresionante resistencia que logra repeler el
empuje de los realistas por lo que la lucha perdura todo el día sin decidirse
la batalla para algún bando. Sin embargo, la supremacía numérica de los
realistas había logrado mermar la tropa de jóvenes patriotas y acorralarlos en
plena Plaza Mayor, así, ya cayendo la tarde, los realistas arrecian la refriega,
cuando desde la retaguardia procedente de San Mateo surge inesperadamente para
los realistas un pelotón de 220 soldados de caballería a cargo de Vicente Campo
Elías, rompiendo el cerco realista. Ribas ordena a Mariano Montilla con 150
soldados abrirle paso a Campo Elías y su caballería, con este contrataque, horas
más tarde Morales y sus soldados tienen que retirarse del combate perseguidos
por los jinetes patriotas. Una azarosa y dura contienda para los patriotas que
a pesar de una desigualdad numérica en contra se torna a su favor tanto por la
energía y fervor adolescente como a la llegada del coronel Campo Elías que
‘libera’ el acorralamiento patriota.
Una
“jornada memorable” donde aquellos jóvenes reclutas valientes dieron muestra de
patriotismo y heroísmo. La victoria en esa batalla aseguró la prosecución a la
segunda república, una jornada donde lograron coronarse de gloria pasando a la
posteridad, por ello cada 12 de febrero en Venezuela, además de La Batalla de
La Victoria, se conmemora como el Día de la Juventud.
Los
jóvenes venezolanos siempre han protagonizado distintos hechos históricos,
tales como la Batalla de La Victoria. En la actualidad, continúa latente en sus
venas para repuntar en defensa de causas justas y lucha por la patria esa fuerza
e ímpetu de nuestros adolescentes, que viene desde la época de Ribas y Bolívar.
Que
esta conmemoración sirva para realzar la meritoria contribución que nuestros
jóvenes venezolanos realizan para la construcción de una mejor patria
solidaria, humanista, socialista.
Hoy,
nuestro más importante deber sigue siendo la defensa del suelo patrio,
construyendo una Patria a través de la construcción y consolidación del
socialismo bolivariano como única salida posible a la hecatombe capitalista.
No se nos está
permitido optar vencer o morir ¡necesario es vencer! VIVA VENEZUELA.
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